Sin ser el presidente de la compañía, ni cualquiera de sus directivos, tampoco el CEO o el gerente, el papel de una secretaria o asistente a la dirección copa el lugar estratégico de una empresa.

Las zonas internas del negocio, la organización del trabajo así como de cada uno de los pasos que se dan dentro y fuera de la empresa, vuelcan en este puesto una responsabilidad clave.

La elección de la persona adecuada es de suma importancia. Dejamos fuera la idea de que la asistencia a la dirección debe de ocuparla una mujer, también tiene cabida un hombre.

¿Pero qué perfil se busca?

«Se busca personas con formación equivalente a un nivel de estudio técnico de alto nivel o universitario, preferentemente en secretariado, además de un dominio fluido del  inglés además de un dominio perfecto de la propia lengua, experiencia laboral y manejo técnico del paquete Office, redes sociales e internet.» Este sería el cartel de inicio.

A eso añadimos lo que llamamos gestión de la confianza, es decir, una persona que se caracterice por su discreción, carácter y competencias, además de un total compromiso, fidelidad e identificación con la empresa y las personas que la dirigen.

Se trata de un trabajo que posee poca rotación ya que al ser cargo de confianza, una asistente a la dirección permanece en la empresa duante casi toda su vida laboral.

¿Cuáles son los seis rasgos de una buena secretaria?

1. Lealtad: Si no hay confianza, no hay secretaria. Ellas manejan información confidencial cuyo conocimiento puede llegar a ser crucial.

2. Discreción: Es fundamental que esta persona pueda manejar información entendiendo su importancia. No se trata sólo de la información crítica que recibe de sus jefes, sino también de la que puede recoger de la empresa. Es de alto valor que mantenga una actitud de cierta distancia respecto de comentarios o rumores, sin mezclarse en ese tipo de intercambios.

3. Competencia verbal: No sólo se trata de tener un nivel de lenguaje adecuado y claridad para transmitir mensajes a diferentes personas en la empresa y fuera de ella. Sino, también capacidad para manejar situaciones críticas con actitudes y palabras adecuadas.

4. Flexibilidad: La adaptabilidad a la urgencia de las gestión que el día a día pone sobre la mesa es imprescindible en una buena asistente a la dirección.

5.Sistematizidad: Organización, sistemática, priorización, jerarquización. Todo debe de estar en su lugar y con la prioridad que corresponda, todo lo demás es caos.

6. Actualidad: La clave está en la permanente información y formación. El mundo global de los negocios y la empresa están en permanente crecimiento, en constante innovación. No estar al día conlleva al anquilosamiento en conocimientos y este a la falta de rendimiento empresarial.

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