El pasado viernes 17 de junio los alumnos de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada celebramos nuestra graduación.Sin duda, se trató de un evento muy emotivo del que disfrutamos cada minuto y me gustaría compartir con vosotros la que probablemente sea una de las entradas más especiales de mi blog; el discurso de graduación:

Queridos profesores, familiares y compañeros.

Por increíble que nos parezca  ya han pasado tres años y en un abrir y cerrar de ojos estamos aquí, en nuestra graduación. No podríamos contar las veces que nos hemos planteado este momento que finalmente ha llegado. Realmente parece que hemos dado un salto en el tiempo, porque ninguno somos conscientes de que este periodo ha acabado. El 14 de  octubre de 2013, comenzamos a formar parte de una familia que nos abrió las puertas de su hogar y hasta entonces han sido unos maravillosos anfitriones.

La primera pregunta que se nos hizo al llegar fue: ¿Por qué habéis escogido estar aquí? Realmente todos éramos conscientes  que estábamos en el sitio indicado, estudiando aquello  que considerábamos que era nuestra vocación, pero no sabíamos dar una respuesta concreta. A lo largo de estos tres años hemos podido comprobar que esta profesión nos hace felices, y verdaderamente  consideramos que es un privilegio. Hay una frase de Confucio que dice: “elige un trabajo que te gusta y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” y es que, todos sabemos la complejidad que tiene la organización de cualquier evento, el esfuerzo  y horas de trabajo que conlleva y sin embargo, disfrutamos haciéndolo.

Todavía recuerdo nuestra primera práctica, en el acto de Medallas y Distinciones de la Universidad de Granada, al que fuimos muchos de los que estamos aquí  y creo que la noche anterior, nadie pudo conciliar el sueño. El nerviosismo y a la vez el entusiasmo de nuestro primer evento   eran casi los protagonistas, todo salió muy bien  y la motivación y alegría con la que finalizamos el evento, sólo podía indicar que estábamos en el camino correcto, que eso era lo que queríamos vivir el resto de nuestras vidas.

Me gustaría hacer un balance de lo que han supuesto para nosotros estos tres años: cargados de experiencias y de momentos que desde luego serán inolvidables. Profesores que nos habéis transmitido todos vuestros conocimientos desde el cariño, el entusiasmo y la amabilidad, siempre dispuestos a ayudarnos y con la mejor de vuestras sonrisas. Profunda admiración hacia cada uno de vosotros, nos sentimos privilegiados de recibir formación de profesionales que consiguen envolvernos en sus clases con toda su experiencia y conocimiento, profesionales dónde vemos reflejado aquello que nosotros queremos llegar a conseguir, y desde luego ese es el mejor impulso que se puede tener.

En la otra cara de la moneda, simplemente…los que siempre están.  Manuela, siempre tan cercana, preocupada por nuestro desarrollo. Tienes el poder de estar siempre presente, aunque te veamos poco. Te admiramos Manuela, gracias a personas como tú,  hoy nosotros, podremos hacernos un pequeño hueco en mundo del Protocolo. Chelo, es imposible agradecer todo lo que haces por cada uno de nosotros, increíble la paciencia con la que solucionas todos nuestros problemas, siempre con las puertas abiertas para escucharnos y aconsejarnos en todo lo que necesitemos, gracias de corazón.  Juan Carlos, el ojo que todo lo ve. Eres increíble, gracias por sacarnos siempre una sonrisa.

Sentimientos encontrados; alegría y tristeza. Sabemos que nos espera un largo camino de experiencias y aprendizaje, del que desde luego estamos impacientes por comenzar. Sin embargo, dejamos atrás a aquéllos que nos han dado todas las herramientas, a los  que nos han transmitido la motivación necesaria para crecer  día a día e ir descubriendo todo aquello que envuelve este mundo que nos apasiona, aquellos que nos han ayudado siempre en todo lo que ha estado en su mano y un sinfín más que sólo podríamos resumir en un…Gracias.

Hemos hablado de familia, pero ahora vamos  a hacerlo de las nuestras, las de cada uno de nosotros. Sin ellos todo esto no hubiera sido posible. Sin su apoyo y motivación diaria, sin la educación y valores que nos han impartido a cada uno de nosotros  y  que han sido imprescindibles para desarrollarnos personal y profesionalmente. Gracias padres y madres, por haber apostado y creído en nosotros. Haciéndolo, habéis conseguido que encontremos nuestra pasión y nuestras ganas de aprender. Aunque en el fondo, tenéis que reconocer que la idea de que vuestros hijos estudiasen Protocolo os encantaba aunque sólo fuera para faldar con amigos.

Y hablando de amigos, no sólo hemos ganado experiencia, madurez y conocimientos, cada uno de nosotros nos llevamos personas que han sido verdaderamente importantes a lo largo de estos años, con las que hemos podido compartir miles de momentos llenos de alegría y emoción, personas que comparten nuestros mismos sueños y nos apoyan de forma incondicional. Con quienes compartimos  secretos, risas y  lágrimas… aquellos a los que se puede aplicar la palabra amistad.

En fin, al margen de banderas, escudos y reales decretos…entre otros. Nos habéis ayudado a crecer, habéis despertado en nosotros esa curiosidad que teníamos por este mundo, y nos sentimos preparados para enfrentarnos a todo lo que se nos cruce en el camino…y más, aún después de haber sido capaces de blasonar un escudo. En estos tres años nos hemos encontrado a nosotros mismos, hemos sabido establecer nuestras metas, aprender a luchar por ellas y  lo más importante, rodeados de personas maravillosas.

Sabemos que esto no es un adiós, es un hasta pronto.